La civilización bizantina, con capital en Constantinopla (la actual Estambul), fue heredera directa del Imperio Romano de Oriente. Los bizantinos preservaron gran parte del conocimiento médico de la Antigüedad y realizaron importantes compilaciones y traducciones que permitieron transmitir ese saber a la posteridad.

Uno de los compiladores más destacados fue Pedro de Egina, un médico griego que vivió en el siglo VII d.C. Su obra más famosa se titula Epitome de Medicina, conformada por 7 libros que abarcan diferentes ramas de la ciencia médica:

Contenido de la Epitome de Medicina

• Libro I: dietética, fisiología, patología general, semiología.
• Libro II: fiebres e inflamaciones.
• Libro III: enfermedades de la cabeza a los pies.
• Libro IV: venenos, picaduras, mordeduras.
• Libro V: farmacología y composición de medicamentos.
• Libros VI y VII: cirugía y traumatología.

Como puedes ver, Pedro abarcó prácticamente todos los campos de la medicina conocidos en su época. Recopiló información de alrededor de 80 autores médicos anteriores, citando a menudo literalmente párrafos enteros.

Fuentes y legado de la Epitome

Entre sus principales fuentes se encuentran Hipócrates, Galeno, Oribasio, Alejandro de Tralles y Pablo de Egina (sin parentesco con Pedro). La Epitome se convirtió en texto de referencia durante toda la Edad Media, siendo una de las pocas obras médicas que se siguieron utilizando en Europa después de la caída del Imperio Romano.

Innovaciones y aportes

Aunque Pedro fue principalmente un compilador, también introdujo algunos cambios e innovaciones, por ejemplo:

• Describió por primera vez la hidropesía ovárica.
• Distinguió claramente la pleuresía de la neumonía.
• Describió un método para reducir las luxaciones de hombro.
• Perfeccionó varias técnicas quirúrgicas como la litotomía (extracción de cálculos urinarios) y la traqueotomía.

Su Epitome demuestra el alto nivel que había alcanzado la medicina bizantina, comparable incluso con los conocimientos de la medicina árabe de la misma época.

Otros destacados compiladores bizantinos

Además de Pedro de Egina, hubo otros reconocidos médicos y compiladores en Bizancio:

• Alejandro de Tralles: autor de una obra de 12 volúmenes sobre patología y terapéutica. Fue una de las fuentes de Pedro.
• Pablo de Egina: describió numerosas enfermedades infecciosas. También fue fuente de Pedro.
• León el Médico: escribió obras sobre cirugía, oftalmología y ginecología.
• Sinesio: famoso por sus traducciones de textos médicos del árabe y siríaco al griego.

Conclusión

En resumen, los bizantinos desempeñaron un papel crucial en la transmisión y preservación del conocimiento médico grecolatino, labor personificada por compiladores como Pedro de Egina y su monumental Epitome de Medicina. Esta obra enciclopédica condensó los saberes médicos previos y fue texto de consulta obligada por varios siglos después.

Espero que esta explicación informal sobre los compiladores médicos de Bizancio te haya resultado interesante. No dudes en consultar las fuentes vinculadas para profundizar más en este apasionante tema de la historia de la medicina.